No cabe duda que comer es un acto social. Durante la época de Navidad generalmente las comidas van asociadas a excesos calóricos e incremento de peso que además resta nuestra energía y nos hace sentir más hinchados.
¿Cómo podemos contrarestar este efecto? A continuacón os muestro 5 claves infalibles.
- Prevenir: como decía mi abuela «más vale prevenir que curar» así que una nevera llena de alimentos saludables nos ayudará a comer sano y ligero fuera de las comidas navideñas. Llénala antes de que empiece ‘toda la movida’, evita ir a salto de mata para no consumir alimentos cargados de calorías vacías.
- Controla el picoteo: qué típicos son los entrantes navideños a base de foie, jamón, tostaditas con mantequilla, salmón, etc. Es un momento en el que estamos, entretenidos, hablando y picoteando como si no hubiera mañana, ¿si? Para evitar que esto pase, te propongo que pongas en un plato tu ración del vermut y así controles la ingesta.
- Vigila tus raciones: Las cantidad que nos servimos en el plato debe ser suficiente pero no excesiva. Comer, degustar, disfrutar sin sentir pesadez.
- Los dulces navideños: los turrones, bombones, polvorones, panettone… los podemos consumir en pequeñas porciones y sobretodo evitarlos los días no festivos.
- No confies aunque ponga light o sin azúcares añadidos:Los productos ‘light’ nos incitan a consumir más cantidad ante la falsa creencia de que no engordan. Tienen aproximadamente un 30% menos de calorías que los normales, por tanto, aportan menos energía pero aún así muchos son una ‘bomba calórica’.
¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO!